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Mordida echa por:meika
Luna Nueva, que se estrenó el pasado 18 de noviembre, tuvo una impresionante acogida entre el público de nuestro país, especialmente entre el público femenino, apareciendo en los medios como la mejor apertura de la historia, y desbancando a películas como Piratas del Caribe 3 o el Código da Vinci con una recaudación de 10.000.000 de euros y más de 1.600.000 espectadores. Sin embargo habría que preguntarse si esta gran acogida se debe a una forma de histeria colectiva femenina por ver a chicos guapos en una historia de amor, más que a la grandeza de la película.
Para empezar, desde el apartado argumentativo hay que decir que la película es totalmente un puente entre la primera y la tercera entrega, mediante un flojísimo argumento de dos horas. Cuando llegan los títulos de crédito, uno se da cuenta que termina igual que empieza, sin ningún aporte más o menos significante a la trama, tan sólo horas de divagaciones, depresiones de la protagonista o amores por despecho. Ni siquiera continúa con algún dato de la trama de la primera, ya que la mala malísima vampira pelirroja, enemiga mortal de los protagonistas, sólo aparece durante unos segundos jugando a policías y ladrones con los lobos.
Sin ninguna novedad en la película, parece otra creación industrial que solo busca los beneficios embolsados de unas chicas (en su mayoría, y ahí están los datos) que más que a ver una película, van a gritarle a la pantalla del cine cuando el protagonista se quita la camiseta (hecho verídico).
En cuanto a los actores, nada significativamente destacable. Sólo una Kirsten Stewart cuyas expresiones faciales están permanentemente congeladas durante toda la cinta y unos diálogos con poco contenido que van y vienen siempre sobre lo mismo: su gran pena por la pérdida de su amado, además de un Robert Pattison practicamente desaparecido. Tan solo la presentación estelar de Taylor Lautner en sociedad, que tras una breve aparición en la primera entrega, gana bastante más protagonismo en esta secuela… ¿o serán sus abdominales?
Desde el aparatado visual hay que destacar el cambio en la estética del film. Se pasa de una primera parte en que todo esta sumido en una constante penumbra, que consigue transmitir perfectamente un ambiente frío y húmedo, a una segunda parte donde ya sale el sol desde que los vampiros abandonan el pueblo, perdiendo todo ese halo sombrío y de misterio vampiresco. A pesar de ello la fotografía sigue luciendo bastante en unos paisajes destacables. Los efectos especiales por su parte también están bastante conseguidos, destacando la transformación de los lobos.
En definitiva, Luna Nueva deja bastante que desear a pesar de todas las expectativas que prometía y el enorme clamor mediático del que ha gozado.
Para empezar, desde el apartado argumentativo hay que decir que la película es totalmente un puente entre la primera y la tercera entrega, mediante un flojísimo argumento de dos horas. Cuando llegan los títulos de crédito, uno se da cuenta que termina igual que empieza, sin ningún aporte más o menos significante a la trama, tan sólo horas de divagaciones, depresiones de la protagonista o amores por despecho. Ni siquiera continúa con algún dato de la trama de la primera, ya que la mala malísima vampira pelirroja, enemiga mortal de los protagonistas, sólo aparece durante unos segundos jugando a policías y ladrones con los lobos.
Sin ninguna novedad en la película, parece otra creación industrial que solo busca los beneficios embolsados de unas chicas (en su mayoría, y ahí están los datos) que más que a ver una película, van a gritarle a la pantalla del cine cuando el protagonista se quita la camiseta (hecho verídico).
En cuanto a los actores, nada significativamente destacable. Sólo una Kirsten Stewart cuyas expresiones faciales están permanentemente congeladas durante toda la cinta y unos diálogos con poco contenido que van y vienen siempre sobre lo mismo: su gran pena por la pérdida de su amado, además de un Robert Pattison practicamente desaparecido. Tan solo la presentación estelar de Taylor Lautner en sociedad, que tras una breve aparición en la primera entrega, gana bastante más protagonismo en esta secuela… ¿o serán sus abdominales?
Desde el aparatado visual hay que destacar el cambio en la estética del film. Se pasa de una primera parte en que todo esta sumido en una constante penumbra, que consigue transmitir perfectamente un ambiente frío y húmedo, a una segunda parte donde ya sale el sol desde que los vampiros abandonan el pueblo, perdiendo todo ese halo sombrío y de misterio vampiresco. A pesar de ello la fotografía sigue luciendo bastante en unos paisajes destacables. Los efectos especiales por su parte también están bastante conseguidos, destacando la transformación de los lobos.
En definitiva, Luna Nueva deja bastante que desear a pesar de todas las expectativas que prometía y el enorme clamor mediático del que ha gozado.
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